PERFIL DEL ALUMNO FRANCISCANO
- Simples, como Francisco, para poder tener un corazón grande y abierto, capaz de adaptarse a todas las circunstancias que les toque vivir, sabiendo dar respuestas cristianas a ellas.
- Incondicionales amigos, en actitud de servicio fraterno, capaces de entender, acompañar y ayudar a quien lo necesite, sin estar atado al materialismo, destructor de sentimientos.
- Guardianes de la paz, concientes de que ella se construye desde el interior de cada uno y entre todos, respetando el derecho de los demás a pensar y ser diferentes. Defendiendo y viviendo el mensaje franciscano de PAZ Y BIEN.
- Unidos por el amor, constructores de un mañana mejor, donde la civilización del amor, no sea una utopía, sino una realidad.
- Identificados con el carisma franciscano, amantes de la NATURALEZA y de todo lo creado por Dios, de su orden y equilibrio.
- Entusiastas constructores de su porvenir, sabiendo cuál es su meta, conocedores de sus limitaciones e incansables luchadores por ser cada día mejores que sí mismos, para crecer al igual que Jesús, no solo en estatura, sino también en sabiduría y en gracia.
- Nutridos en la caridad, poseedores de un espíritu solidario, capaces de dar sin esperar nada a cambio y de agradar respetuosamente a aquellos que tienen discapacidades, sabiendo que todos somos iguales ante Dios.
- Dominados por el deseo de la libertad, defensores de la verdad como único y verdadero camino hacia ella, fuertes para poder defender de los vicios que la destruyen, orientados por los valores de justicia y amor.
- Orantes y seguros de que la oración es la debilidad de Dios y la fuerza de los hombres guiados por la luz del evangelio.
PERFIL DEL EGRESADO.
Como
perfil del egresado, el Colegio se propone la formación de los alumnos:
·
Activos y participativos de su
propio aprendizaje.
·
Curiosos y constructivamente
cuestionadores, interesados por el mundo que los rodea.
·
Que aceptan crecer y que aceptan
aprender.
·
Conocedores concientes de sus
posibilidades y limitaciones para aprovechar las primeras y encontrar caminos
para superar las segundas.
·
Buenos observadores de sí mismos,
del hacer y ser de los otros.
·
Capaces de aprender a revisar sus
conocimientos.
·
Que puedan aceptar equivocarse y
probar, ensayar, explorar, investigar y rehacer logrando mejores niveles de
producción y reflexión.
·
Solidarios con sus compañeros.
·
Que puedan identificarse y
aprender de ellos no solo temas escolares, sino también actitudes y valores
cristianos y franciscanos.
·
Respetuosos de las diferencias,
con capacidad creciente para aceptar lo diverso, desarrollando actitudes de
tolerancia.
PERFIL
DEL DOCENTE FRANCISCANO.
Un docente que se
comprometa a vivir con:
- Felicidad, que es alimentada por la diaria satisfacción que da esta profesión, al sentir que se practica el SERVICIO que es una de las grandes virtudes franciscanas.
- Responsabilidad y respeto por la tarea que cumplen, sabiendo que los logros obtenidos al finalizar cada año, solo dependen de ellos y lo que hayan podido estimular en sus alumnos.
- Amor que les permita ver, entender y aceptar a cada alumno tal como es, sin olvidarse que son personas con sus cualidades y limitaciones para poderlos ayudar a crecer y a desplegar sus alas.
- Nuevos y renovados deseos de perfeccionarse y actualizarse, no solo profesionalmente, sino también como catequistas, teniendo como modelo a Francisco.
- Carisma franciscano, que les permita llevar Paz y Bien a sus alumnos asumiendo que son IMAGEN Y MODELO para sus vidas.
- Integración a la comunidad educativa, sabiéndose parte importante e imprescindible para generar nuevos cambios, que permitan a la escuela adaptarse a los tiempos que se viven.
- Solidaridad y caridad con los alumnos, con los compañeros de trabajo y las familias, porque todos necesitamos de todos.
- Corazón grande y abierto para ser como niños, para estar con los niños, para entenderlos, amarlos y ayudarlos a crecer mirando el mundo desde el lugar que ellos ocupan.
- Orgullosos de pertenecer a la comunidad Franciscana, de intentar cultivar la SENCILLEZ , la HUMILDAD, la CARIDAD y la FRATERNIDAD, que caracterizaba al pequeño gran Francisco de Asís, valores tan ausentes en la sociedad actual y tan necesarios para lograr una verdadera comunidad CRISTIANA.
ESCUELA DESEADA:
“Anhelamos un Colegio con
docentes capacitados, con ansias de superación y espíritu educador que puedan
preparar alumnos para integrarse a la sociedad en la que les toca vivir,
capaces de transformar el medio según las necesidades y un Colegio en el que se
inserten valores franciscanos”.
PARA PODER EDUCAR JUNTOS, NECESITAMOS FAMILIAS QUE:
- Luchen para que la sociedad que dejarán a sus hijos no pierda los valores de solidaridad, respeto y caridad.
- Orienten a sus hijos en el camino de la vida teniendo como armas fundamentales, el diálogo, el amor y el perdón.
- Sean el cobijo y refugio de sus hijos, donde ellos encuentren el reparo ante sus fracasos o frustraciones y la respuesta alentadora para seguir luchando en la búsqueda de su realización personal.
- Partícipes de los eventos institucionales, de nuevos y renovados objetivos, que tengan como meta una mayor integración y así aunar esfuerzos para acompañar a la escuela en la formación de sus hijos.
- Amantes de la vida y respetuosos de ella, sean ejemplo de esperanza para sus hijos y los de los demás.
- Solidarios, embebidos por el espíritu de Francisco, capaces de practicar la verdadera caridad que es la que empieza por los seres más próximos y luego extenderla a los demás.
- Orienten a sus hijos en la práctica de la verdad y el amor como únicas armas para lograr la libertad
- Seguros y confiados en el camino elegido, que conocedores de los actuales problemas de los niños, sean co-responsables en la tarea de formación de sus hijos.
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